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Mixtura

¿Por qué Albert Einstein saca la lengua en una de sus fotografías?

¿Por qué Albert Einstein saca la lengua en una de sus fotografías?

La versión más difundida de este evento tan particular dice que la noche del 14 de marzo de 1951, en el 72º cumpleaños de Albert Einstein. A la salida del lugar de los festejos, los fotógrafos esperaban capturar alguna imagen, un retrato que les permitiera tomar de Einstein un momento de lo que Einstein era. Y Einstein sale. Y los fotógrafos arrinconan. Comienzan a presionar sus endemoniados gatillos y las luces se encienden, encandilan y apagan. Una y otra vez, se encienden encandilan y apagan. Al fin Einstein consigue atravesar el camino de imágenes robadas, y junto a los dos amigos con los que iba, se suben, los tres, a un auto. Allí, en el asiento trasero, los tres comentan, hablan, ríen, y antes de que se cierre la puerta, alguien que creía que su trabajo aún no estaba terminado le pide a Einstein que pose: “una pose de cumpleaños, señor Einstein”, dijo el fotógrafo. Y Einstein cumplió: Einstein sonríe y saca la lengua. Saca la lengua para el fotógrafo, le saca la lengua a la foto, les saca la lengua a todos. En ese momento, aunque Einstein no lo supiera (si bien seguro lo sabía), se inmortalizaba, para siempre, el mito.

 

Yo creo más bien que Albert Einstein sabía de la costumbre de los tibetanos, a los que la urbanidad enseña que, cuando un huésped se va de la casa se le debe mostrar la lengua. Para ellos, esto significa haber apreciado mucho la acción de su lengua, o sea su conversación y por ello quiso expresar su contento y gratitud por los elogios recibidos así como por lo grato de la conversación de sus invitados.

 

Claro que hay también quienes sostienen que Einstein sacó su lengua solo… por no tenerla adentro. Pero de las tres versiones, me quedo con la segunda, pues revela que era agradecido y que amaba a la humanidad.

 

HOMBRES DE ACERO

HOMBRES DE ACERO

Mi padre, autor de un Diccionario Teleológico denominado “Semillas de Reflexión”, solía engrandecer los ánimos de sus interlocutores con una arenga que comenzaba así: “Los hombres, como el buen acero, se forjan con los golpes que reciben en el yunque de la vida” A ello agregaba que “…cuando un hombre cree que ya no puede más... PUEDE 10 VECES  MAS” y otras tantas expresiones que entonces no me parecían sustanciales, pero que ahora comienzo a comprender.

 

Casualmente y revisando unas historias cortas para contárselas a mis hijos menores, me topé con una que parece hecha a la medida:

 

Es la historia de un herrero que se entregó a Dios. Durante muchos años trabajó con ahínco, practicó la caridad, pero, a pesar de toda su dedicación, nada parecía andar bien en su vida, muy por el contrario, sus problemas y sus deudas se acumulaban día a día.

    Un amigo se compadeció de sus sufrimientos y expresó su extrañeza de que, sirviendo tan bien a Dios, sufriera tanto. El herrero contestó: "En este taller yo recibo el acero aún sin trabajar, y debo transformarlo en espadas. ¿Sabes tú cómo se hace esto? Primero caliento la chapa de acero a un calor infernal, hasta que se pone al rojo vivo; enseguida, sin ninguna piedad, tomo el martillo más pesado y le aplico varios golpes, hasta que la pieza adquiere la forma deseada; luego la sumerjo en un balde de agua fría, y el taller entero se llena con el ruido y el vapor, porque la pieza estalla y grita a causa del violento cambio de temperatura. Tengo que repetir este proceso hasta obtener la espada perfecta; una sola vez no es suficiente."

    El herrero hizo una pausa y continuó: "Sé que Dios me está colocando en el fuego de las aflicciones. Acepto los martillazos que la vida me da, pero la única cosa que pienso es: Dios mío, no desistas, hasta que yo consiga tomar la forma que tú esperas de mí."

 

Los seres humanos estamos pues insoslayablemente ligados al sufrimiento y este, siendo temporal o definitivo,  puede desgarrarnos el alma o sólo rozarla. No creo se  trate de un sufrimiento que únicamente pueda ser explicado como fuente de templanza, para sobrellevar la vida en mejores condiciones luego; sino que posee también la cualidad de purificarnos el alma.

 

DILUVIO DE COLORES

DILUVIO DE COLORES

Cuando Noé desembarcó en tierra, Dios le enseñó el arco iris, ofreciéndole que no habría otro diluvio universal y como señal de alianza. Verdad, no habrá en la tierra un nuevo diluvio... pero aún nos seguiran inundando chorros de colores como el que se muestra en esta bella imágen de Sucre - Bolivia.

Recuerdo una cita, atribuída a Worsworth:"Mi corazón brinca cuando veo el arco iris en el cielo: así era cuando empezó mi vida, así es ahora que soy un hombre; sea así cuando envejezca; o que me muera antes."

No perdamos la capacidad de conmovernos por la belleza que nos rodea y que se nos ofrece.... ¡GRATIS!

¿Qué hacen los ex-presidentes?

¿Qué hacen los ex-presidentes?

Recuerdo haber leído una nota de prensa en la que se daba cuenta que el ex-presidente boliviano Jorge Tuto Quiroga, a la finalización de su mandato, fue contratado por el F.M.I. Deduje entonces que se trataba de una gratificación al ex-mandatario por haberse mostrado tan solícito con las misiones que anualmente enviaba este organismo financiero internacional a Bolivia para asegurar la aplicación de sus recetas.

En otra latitud, y ahora que Barak Obama ha relevado a su antecesor (me niego a escribir su nombre), no dudo que este ex-presidente ya tendrá importantes peticiones de también importantes empresas que estarán deseosas de contar con la información privilegiada que éste posee. Así fue antes y así seguirá siendo, pues dado que el límite entre lo público y lo privado es impreciso, los hombres públicos terminan percibiendo pingues ingresos privados por su eventual paso por el gobierno. Sólo pensemos que en razón de planificación económica, a futuro habrá millonarias y seguras compras para las que la información anticipada resulta ser un privilegio determinante. Este también es un tema de competencia.

EL ABOGADO JUSTO BENAVENTE

EL ABOGADO JUSTO BENAVENTE

(VIDA Y MUERTE DE UN SINGULAR LETRADO)

Por Doryz Zeballos Saavedra de Fuentes


El abogado Justo Benavente era un hombre incomparable. Por muchos años defendió y ayudó a más personas que cualquier otro abogado del pueblo. Pero hizo menos fortuna que ninguno. Lo cual se debió a que siempre defendía y cooperaba con su oficio a quienes no tenían dinero para pagarle.

Todos los habitantes de nuestro pueblo conocían su oficina, situada en los altos de la tienda de la señora Mercía. Al pie de la angosta escalera había un letrero que guiaba a quienes lo buscaban.

El abogado Benavente era soltero. Una vez estuvo al casarse con la señorita Barbarita Hurtado, hija del gerente del banco, pero el día de la boda recibió una llamada urgente y tuvo que salir para el campo, donde varios campesinos habían sido despojados de sus tierras y animales por el dueño de la hacienda vecina. La señorita Hurtado, disgustada por aquello, desbarató la boda. Un hombre -dijo- a quien unos indios le importan más que su novia, no es bueno. Muchas otras mujeres de nuestro pueblo opinaron lo mismo, pero las familias campesinas defendidas, estaban llenas de gratitud, cuando hubo recuperado las tierras de las que vivían.

Durante cuarenta años, el despojado, el agraviado, el estafado, el arbitrariamente detenido, la madre abandonada y sin recursos, el injustamente despedido de su trabajo, el cruelmente agredido, y todo aquel que necesitara un abogado y no tuviera como pagarlo, subieron las escaleras que conducían a la oficina del abogado Benavente. Nadie bajó de allí sin haber recibido ayuda y consuelo.

Un día, cumplidos ya los setenta años, se reclinó en el sofá de su oficina y se quedó muerto, parecía haberse cumplido con él, la sugestión de epitafio del poeta Sucrense Gregorio Reynolds que dice: “Vivir sin hacer daño, morirse de repente; esa la envidiable vida, esa la envidiable muerte”. Fue el suyo uno de los funerales más pomposos que jamás se hayan visto en nuestro pueblo. Todo el mundo asistió, desde los más encopetados hasta los más pobres y humildes.

Se habló de colectar dinero para poner en la sepultura del doctor una bella lápida que honrase su memoria. El proyecto adelantó hasta discutir lo que debía grabarse en la lápida. Pero no pasó de allí, y nunca se hizo nada.

Un día, Manuel Panteón, el dueño del negocio de las pompas fúnebres, dio la noticia de que ya el doctor Benavente tenía lápida con epitafio y todo. Dijo que uno de los campesinos a los que ayudó a recuperar sus tierras, había estado sin sosiego porque su sepultura no tenía lápida, y como él no contaba con dinero para comprarle una, arrancó el letrero que estaba al pie de la escalera y lo puso sobre su tumba.

El letrero decía:
”ABOGADO JUSTO BENAVENTE
SU OFICINA ESTA ARRIBA”

Política, conservadurismo y nueva Constitución Política

Política, conservadurismo y nueva Constitución Política

El poeta mexicano Octavio Paz decía que: “Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado en veneno del miedo… miedo al cambio”.

A los bolivianos no nos queda duda de la veracidad de esta afirmación, pues la realidad política nacional reciente, es elocuente en ejemplos de trabas a los cambios propuestos, así como de compatriotas muertos que suman y siguen a nuestra esquelética democracia –la llamamos así por ser tan famélicamente formal-; lo mismo que de apaleados, ofendidos y humillados por el fragor del encono partidario.

 

Entre nosotros, son muchas las imágenes de intolerancia, enfrentamiento  y violencia recientes que laceran nuestra conciencia y para las cuales el simplismo cínico de la política tradicional, desplazada del protagonismo oficial, arguye que son consecuencia de la nueva Constitución Política del Estado. Se esquiva así la responsabilidad por las campañas de mentira, miedo y odio que explotan la ignorancia y buena fe de la gente sencilla; más aún cuando se apuntan los arteros dardos hacia cuestiones tan sensibles como la religión, la propiedad privada, la familia, la educación, etc. No nos engañan, estos personajes sólo trabajan un propósito: volver a saborear de las mieles del poder lo más pronto posible. Pero si hasta los mismos opositores se tragan la muletilla de que la nueva Constitución Política del Estado operará mágicamente cambios transcendentales en nuestra realidad. Como si la realidad fuera consecuencia del solo esfuerzo de redacción de textos legales y no a la inversa: que primero ocurre el fenómeno social o económico y que solo a posteriori se lo regula jurídicamente.

 

Nos asombra aún más el marbete que se ponen los opositores de “defensores de la legalidad”. A rajatabla se dedican a blandir leyes, decretos y reglamentos como si fueran garrotes; olvidando que la ley se ha hecho para los hombres y no al revés. Los que antes ocupaban la mitad de su tiempo aprobando leyes y la otra mitad ayudando a sus amigos a incumplirlas, ahora nos salieron inmaculados legalistas: ¡otro rasgo de su cinismo!.

 

Malintencionadamente y como otro recurso para la inercia, muchos de los conflictos y atrocidades se sostienen en la ilusión de una identidad única que no permite elección y  eso lo están haciendo muy bien quienes claman por que “se nos ha dividido”. El arte de crear odio se manifiesta invocando ese poder mágico de una identidad supuestamente predominante que sofoca toda otra filiación, así, son ellos los que enfrentan cambas y collas, citadinos y campesinos, t`aras y k`aras, etc. El resultado puede ser una rudimentaria violencia a nivel local o una violencia nacional que amenace las bases de sostén de la unidad del Estado boliviano.

 

No hace falta ser muy listo para descubrir las verdaderas intenciones de los supuestos “defensores de la ley y la democracia”, de aquellos partidarios de la inclusión de las minorías y de una “constitución para todos los bolivianos”.  Nos hablan de totalitarismo cuando son ellos los que desprecian la participación democrática y en su actitud hipócrita persisten en el manido artilugio de “la dictadura” cuando siguen percibiendo ingresos de fuente pública. Pero es que habrá un dictador que amamante a sus detractores?.  Quienes estuvimos en las trincheras contra los gobiernos de facto, sí supimos como eran la dictaduras y no nos quedó otro camino que el enfrentarlas desde la clandestinidad y soportando la pérdida de nuestras fuentes de empleo. En julio de 1980 hasta hubo fracciones partidarias que prohibieron el recurso del exilio, pues se señalaba categóricamente que había que dar batalla a  la dictadura aquí en Bolivia. Causa pues risa que jerarcas de los municipios, la universidad, el poder judicial y algunas prefecturas nos hablen de dictadura y sigan cobrando sus jugosas remuneraciones; amén de sus viáticos, pasajes, gastos de representación y otros privilegios.

 

Ni por un solo instante se debe pensar que superada la conienda electoral la consipación derechista acabó aceptando el nuevo texto constitucional. La conspiración no se detiene, ahora ya se escuchan los falsos mensajes para la nueva época: que con la nueva Constitución Política se tomarán tierras y viiendas, que se viene una gran represión  y más; van dándose de tumbo en tumbo contra la realidad y no aprenden  que,  como opción política, ya fueron desplazados por la historia..

 

Ahora bien, una cosa es segura: Es un imperativo histórico cambiar la estructura del Estado Boliviano. No hay lugar a volver hacia atrás. Nadie puede invocar al pasado como una opción mejor, por ello no se debe dialogar y menos pactar con los representantes de la política desplazada, con los conservaduristas, pues hacerlo sería entregar Bolivia a su voracidad sin límite y condenar al atraso, la miseria y la muerta a las mayorías nacionales.  Hay intereses que son irreconciliables y es mejor dejar esto muy claro, aún cuando tal vez sea mejor dejar que ellos se salgan …. con LA NUESTRA!